Conocer a Venezuela
a través del cine en TV


Un proyecto de 13 filmes en color

Seis cineastas están buscando un canal de televisión, para financiar la serie “Orinoco, aventuras del conocimiento”, con películas de una hora sobre la cultura, la vida, la historia, los mitos y el paisaje de vastas regiones del país. Los documentales serían un espectáculo para grandes audiencias, con posibilidad de venderse a nivel internacional y servir de apoyo didáctico.

“En Venezuela sí existen cineastas que puedan realizar películas sobre la flora y la fauna”, confirma Jorge Solé, autor del anteproyecto Orinoco, aventuras del conocimiento, serie de trece filmes —espectáculo de formación cultural y concientización ecológica— para la televisión.

La afirmación en sí no es noticia, pero es una sólida respuesta a un irónico titular de El Diario de Caracas. (“Para la flora y fauna, ¿no existen cineastas venezolanos?”, jueves 7 de febrero), referido a una información enviada por la agencia oficial Venpres, sobre la contratación de cineastas y técnicos ingleses de la BBC de Londres, para rodar una serie de documentales sobre la naturaleza nacional. No es la primera vez que se traen cineastas desconocedores de la realidad venezolana para estos trabajaos, aunque en el país existen realizadores capaces que —por la falta de financiamiento—, filman a duras penas mientras buscan la forma de sobrevivir económicamente y un espacio para exhibir sus obras.

Pero ahora, seis cineastas con amplia experiencia en el campo documental científico y de ficción, han ideado una serie de trece mediometrajes de 52 minutos cada uno, en 16 mm color, sobre el Orinoco: “Desde la vertiente sur de Los Andes venezolanos y la alta selva amazónica, hasta el delta en el Mar Caribe, pasando por las tierras del café en Los Andes, el piedemonte andino, la agricultura del alto llano de Barinas y Acarigua, la ganadería del llano apureño, las zonas forestales de San Camilo y Amazonas, la Gran Sabana, la minería, la industrias y la energía de Guayana, el desarrollo forestal de Uverito y el agropecuario del Delta Amacuro.

El proyecto

La idea de Andrés Agusti, Alfredo Anzola, Jeremy Bretingham, Mario Handler, Alejandro Saderman y Jorge Solé, es realizar una “aventura del conocimiento”, presentada cada vez por el personaje don Marcos Tovar, que haría las veces de baqueano y patrón de la chalana “Simón Rodríguez”, guía a través de las regiones. En cada uno de los capítulos, aparecería un “Maestro” (experto en el tema escogido), los lugareños, el río y el realizador.

Cada proyecto estaría a cargo de los seis directores —guionistas coordinados por un guionista y un director general. La proposición incluye tomas de áreas subacuáticas, distorsiones del tiempo fílmico, macro y microfotografía, dibujos, mapas, maquetas, trabajos de arte y materiales de archivo.

“Si hubiera que clasificar la serie entre los conocidos géneros de ficción o documental, sería conveniente elegir el segundo, por cuanto trabajaremos con la realidad que nos circunda”, explica Solé. “Sin embargo, algunos de los temas requerirán técnicas del cine dramatizado, cuando se refieran a la historia, la mitología, la narrativa y la futurología”.

Las trece películas tendrían un costo de producción entre 4 y 5 millones de bolívares, con una periodicidad de exhibición televisiva bimensual y una realización apta para ser difundida en otros países.

El problema es que este excelente proyecto —que contribuiría al mejor conocimiento del país e incluso podría ser material de apoyo a nivel didáctico— no ha encontrado el financiamiento de ninguna planta de televisión. “Hasta ahora habíamos conversado con Venezolana de Televisión, pero con la reducción del presupuesto no hemos quedado en nada”.

La serie, que podría enriquecer la programación televisiva con filmes “hechos en Venezuela”, no entraría dentro del estilo de los documentales folklórico-turísticos o de denuncia política. “Son películas de espectáculo”, agrega Solé, “que descubrirían el concierto maravilloso de la naturaleza, presentando regiones no acostumbradas para el espectador, “maestros” venezolanos que interpretarán las zonas visitadas a la luz de la cultura nacional; el saber popular y los mitos indígenas, la fauna y la flora; los episodios históricos; la explotación de los recursos naturales renovables y no renovables; la ciencia y la tecnología. Todo esto como un espectáculo diseñado para obtener popularidad y alta sintonía para que el espectador se identifique con la identidad nacional”.

Susana Rotker